martes, 29 de noviembre de 2011

LECCIÓN DE POESÍA NÚMERO 24

De nuevo con los bolsillos llenos de poemas...

Libélulas mías, cuscurritos de pan con ajo, cebollitas tiernas, amados todos, por fin he regresado desde el mundo de los calvos a vuestros florizontes.  Consiento, pues, en abrir mis sobacos y esparcir con mi cutícula baja y mi fleronero nuevo todos los aromas que ha habido en el Universo. 
Ah, qué bueno estar de vuelta.  Cual calcetín de invierno en verano, me he doblado sobre mi mismo y he dormitado hasta que se me pinzaron los tersulenos de atrás, y así, to doblado, oye, me he levantado como nuevo, cara de espejo y manos con cinco dedos. 

Y regreso a mi aula, este lugar de poesías y amigos y cafés y bocadillos de callos a la madrileña, ahí es nada, para empezar curso nuevo, ya nuestra tercera temporada.  Señor, señor, en qué momento se me gestó, así, tan clarihuevo, tan saltoentolajeta, tan yomismo o tumismo o élmismo.  Pues eso, que a clase de nuevo, mis queridos hermanos.

Inicio hoy mi 3º temporada en la red, esta vez con poetas británicos e irlandeses, que sé que, a su manera, son los favoritos de mi amigo Francisco, quien sigue en la Luna de Agosto aunque sea ya noviembre.

Y está claro que el temario tenía que empezar con mi poema favorito de los sábados lluviosos, “Si” de Rudyard Kipling.

TERCERA TEMPORADA - LECCIÓN 24 - RUDYARD KIPLING

Tan lindo él...


Kipling es una de las figuras más famosas de las letras inglesas y me imagino que muchos habréis oído hablar de él, especialmente famoso por sus relatos para niños, a mí me gusta sobre todo como poeta.  Fue uno de esos escritores que tuvo varios días inspirados, pero aquel en el que concibió su poema “Si” fue, creo, el mejor de todos.
Venga, colegas, vamos a ponernos recitativos y lanzarnos en caída libre, que es como mejor sabe la poesía.  A ello…

Si

Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor,
han perdido la suya y te culpan de ello.

Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti,
pero también dejas lugar a sus dudas.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no te domina el odio
Y aún así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio.

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes conocer al triunfo y la derrota,
y tratar de la misma manera a esos dos impostores.
Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho,
tergiversada por malhechores para engañar a los necios.
O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida,
y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas.

Si puedes amontonar todo lo que has ganado
y arriesgarlo todo a un sólo lanzamiento ;
y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio
y no decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón y tus nervios y tus tendones,
para seguir adelante mucho después de haberlos perdido,
y resistir cuando no haya nada en ti
salvo la voluntad que te dice: "Resiste!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, y no distanciarte de los demás.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el inexorable minuto,
con sesenta segundos que valieron la pena recorrer...

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y lo que es más: serás un hombre, hijo mío.

¿Acaso se puede pedir más?  Kipling nos da las pautas que debieran regir nuestras preciosas vidas.  Este poema es, para mí, el libro de “espiritualidad” más corto jamás escrito.  Y bueno, desde hace años y años, es de las piezas que leo y releo cada poco tiempo.  Aquellos de vosotros que sepáis inglés, no dejéis de leerlo en el idioma original (pinchad aquí, por ejemplo), que tiene un sabor aún más puro (si cabe).

Os dejo ya mismo, que aquí no hay nada que glosar ni que rascar, y que me va entrando gusa y hoy tengo para cenar tortilla de torreznos (o tortilla y torreznos, no me acuerdo).

Besos y versos para todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario