viernes, 19 de febrero de 2010

LECCIÓN DE POESÍA NÚMERO 5



Hoy me he levantado con ganas de dar a la gente un beso en to los morros, así, sin previo aviso, beso en to los morros y yastá. Cogerlos desprevenidos, pensando en la compra, el trabajo, los hijos; pensando en llevar el coche al taller, en cambiar las cortinas, en el examen de Juan; pensando en sus padres, la fiesta del sábado, en ir a misa el domingo; pensando en qué harán de comer, en cuándo comerán o si acaso podrán comer; pensando en todo y en nada al mismo tiempo, que es lo que solemos hacer. Pues eso, llegar y "TOMA" besaco en tol morraco, así porque sí y sin más, porque besar mola y tendríamos que besarnos más. ¿Para cuándo el día del abrazo sudoroso? (que es el único dado de verdad), ¿para cuándo el beso con sabor a pica-pica, o a chicle de menta, o a agua de lluvia, a barro, a amistad? ¿Qué leches estamos haciendo que no los creamos ya? Pues eso, que me apetecía besar todo lo besable, a la gente en los morros, en las calvas, en las tochas y las gafas, qué más da. Besar la encimera, el cristal. Besar las baldosas de mi portal. Leches, besar, besar y besar.

Y este rapto de besuquería, os preguntaréis, que le ha dado al gran Cocoroto, ¿es habitual, o sino misterioso, es habitual o es cosa de un día? Es lo que es, y ya está. No preguntéis más. Besar o no besar, qué más da, pero menos uso del seso y más beso así, sin más. Good. De todos modos, cuando pienso en los besos siempre me acuerdo de una de las escritoras más maravillooooooooooooooooooooosas de todos los tiempos, Ernestina de Champourcin, which reminds me a qué he venido...



LECCIÓN 5 - HOY LEEMOS A ERNENTINA DE CHAMPOURCIN

("El beso")


Ernestina es una figura especial en nuestra literatura, una gran poeta y una luna aceituna con alma de brisa y de mar. Aunque encuadrada en la generación del 27, su aliento poético, me parece, va mucho de más allá hacia mucho más acá. Exiliada tras la guerra civil, Ernestina es una mujer del mundo que estuvo en constante uso y desuso de 6 idiomas. Escritora, traductora e intérprete, Ernestina era, sobre todo, un ser poético en un cuerpo de mujer. Su visión es a la vez profana y divina, espiritual y corporal. Bien es cierto que su poesía se va haciendo con el tiempo más meditativa, fluyendo su río discursivo hacia una mayor transcendencia, si es posible. Sin embargo, el poema que yo considero imprescindible se encuentra en su poemario titulado Cántico inútil, publicado en 1936. El poema, claro está, se titula "El beso", y dice así:

"El beso"

¡Tus labios en mis ojos!
Qué dulzura de estrellas alisa lentamente
mis párpados caídos...
Nada existe del mundo. Sólo siento tu boca
y el temblor de mi espíritu hecho carne de luz.

Sé cruel al besarme. Desgarra mis pupilas
y arranca de su sombra la lumbre de mi sueño.
Con ella te daré mi última mirada.

¡Abrásame los ojos! Que el peso de tus labios
despoje mi horizonte de lo que tú no has visto.
Quiero olvidarlo todo y anularme en la niebla
que ciñen tus caricias.
(Ernestina de Champourcin)



¿Acaso puede un poema ser más exquisítamente delicioso? ¿Puede ser a la vez muestra primordial de amor divino y carnal? En mi opinión todo esto es posible y para ejemplo claro de esto es lo que habéis leído. Uno, cuando va leyendo poemas, se va dando cuenta de que un número de versos siempre habían estado dentro de sí mismo sin saberlo, es como una "memoria del mundo" que había en lo particular, no sé si me explico. En mi caso, yo sé que soy los versos que dicen "Sé cruel al besarme. Desgarra mis pupilas/y arranca de su sombra la lumbre de mi sueño./Con ella te daré mi última mirada". Ya no es, como os decía, que esos versos estén en mí, no es fácil saber qué fue primero, acaso yo estoy en esos versos y no tengo realidad fuera de ellos. Pero da lo mismo..., todo sigue girando y cada vez me apetece más una cerveza. Hoy no voy a intentar explicar nada del poema, sería una tontería, lo "absoluto" no puede explicarse de forma "parcial" porque dejaría de ser absoluto, tan sólo abrid los ojos, y después el corazón, dejad que entren los besos profundos que desgarran lo falso para dejar salir a la luz la verdadera sombra de lo oculto. Y si tenéis que llorar, llorad, y si os apetece reir, reid...

Yo, como os decía, necesito ahora de priva, así que mientra me pimpo mi birra bien fría lo mismo pienso en vosotros, o lo mismo no pienso en nada.

Desde esa nada o ese algo os mandaré un beso enorme y pendenciero para que os haga compañía un poquito cada día hasta dentro de dos semanas.

miércoles, 10 de febrero de 2010

LECCIÓN DE POESÍA NÚMERO 4



A las buenas naranjas de Valencia (o "torrenos" de Soria, como gustéis), cocorotónamos del mundo (UNITE!!!), here we go one more day con los mismos pelos en la calva y más tripa que rascar…

LECCIÓN 4 – HOY LEEMOS A SOPHIA DE MELLO BREYNER ANDRESEN
(“Exilio”)

Hoy quiero hablaros de una escritora que mola cantidad, Sophia de Mello Breyner Andersen. Sophia nació en Oporto en 1919 pero tenía ascendencia sueca (de ahí sus apellidos) pero mejor que seguir con datos biográficos, que os cuente ella algo…


“En mi infancia, antes de saber leer, ya me habían enseñado a aprenderme poemas de memoria. Tuve la suerte de conocer el poema antes de conocer la literatura. De hecho yo era tan niña que ni sabía que los poemas los escribían personas, más bien creía que eran consustanciales al universo, que eran la respiración de las cosas, el nombre de este mundo dicho por él mismo”

o

“Un poema fue siempre un círculo trazado alrededor de una cosa , un círculo donde el pájaro de lo real queda preso” .

Un personaje fascinante, ¿no os parece? Así que venga, si queréis saber más, pues ya sabéis, os lo buscáis vosotros mismos que para eso tenéis medios, leches, que hoy en día es fácil acceder a cualquier tipo de conocimiento (menos al que más importa, pero ese es otro tema). Todos sus poemas son deliciosos.

La poesía de Sophia es quintaesencialmente lírica, es poesía pura sin pulir pero totalmente pulida, es como si saliera del centro mismo del universo, del lugar eternamente estático del que procede todo movimiento. Es luz, así, en fogonazo, en to las tochas, de esa luz que te deja patas parriba y sin aliento. Así, lo que más me fascina de esta tía es cómo expresa lo que no dice, de qué manera ofrece ausencias en presencias evanescentes. No es tan importante lo que dice el poema, como lo que no dice…, y para muestra, hoy tenemos dos poemas por el precio de uno, que seguimos de rebajas. Ahí van, apretaros los machos que esto viene con turbulencias… (primero tenéis el original en portugués y luego la traducción al español):

“Exilio”

Espero tecendo os dias
Imagino e contemplo.

Num país sem flores onde o mar nao é mar
E enigma sao os navios,
Eu nao entendo o sentido das velas
Tenho fome e sede de horizontes frios.


Traducción:
Espero tejiendo los días
Imagino y contemplo.

En un país sin flores donde el mar no es mar
Y enigma son los barcos,
Yo no entiendo el sentido de las velas
Tengo hambre y sed de horizontes fríos.


El segundo poema no tiene título:

Terror de te amar num sítio tao frágil como o mundo.

Mal de te amar neste lugar de imperfeiçao
Onde tudo nos quebra e emudece
Onde tudo nos mente e nos separa.


Traducción:
Terror de amarte en un sitio tan frágil como el mundo.
Mal de amarte en este lugar de imperfección
Donde todo nos quiebra y enmudece
Donde todo nos miente y nos separa.


Ay, amigos, no sé cuál de los dos me parece mejor. El primero me gusta porque yo siempre he sentido en mi crasa calvorota lo mismo, ese “hambre y sed de horizontes fríos”. También es fascinante la imagen del telar a lo Penélope y que también me recuerda a las Moiras (Parcas o Nornas, como gustéis). Pero es que el segundo es… pura poesía, pura vida, verdadero amor. Cómo amarnos en algo tan frágil como el mundo, ¿verdad?, pero, after all, cómo NO amarnos en el mundo. Si no nos amamos en el aquí y ahora todo se nos va a la mierda. Y eso si que no…

Nada más por hoy, levantad las copas y brindad por el vacío con la mirada llena de vida.
Mañana, no lo tenemos seguro, será otro día, pero HOY, eso sí que es seguro, es el día.
Que sepáis que mientras os cuento esto, estoy rascándome el pandero (y me da un gustirrinín…), eso no sé si lo he dicho en bajo o lo he pensado en alto..., bah, tanto da. Ta pronto en Toronto.