miércoles, 13 de octubre de 2010

LECCIÓN DE POESÍA NÚMERO 16


Hay poetas que me han robado el corazón por sus poemas, otros por la visión cosmopoética que emanaba su obra entera, también otros que me han fascinado por su capacidad de darle la vuelta al lenguaje como si fuera un calcetín sudado y que olía a calabacín pocho o a chistorra revenida. Pero hoy voy a hablar de otro tipo de hacedor de versos, el que adoro no por un poema u otro, por un recurso estilístico u otro, aquel escritor que es capaz de volverme loco de vida gracias a versos sueltos. Dentro de la literatura norteamericana a mí me pasa esto con dos autores: E. E. Cummings y E. Dickinson y hoy voy a ocuparme del primero.

2º TEMPORADA: LECCIÓN 16 - E. E. CUMMINGS

Edward Estlin Cummings es uno de los poetas más originales que nos podemos echar al corazón jueves sí y jueves no. Una cosa apabullante. Una cosa sin igual. Y lo gracioso es que si tú vas y me preguntas “¿cuál es tu poema favorito del señor este tan guay?” o “¿qué me aconsejas leer?”, lo único que podría hacer es recitarte de memoria un número de versos de distintos poemas que me hacen sudar gotitas de miel con eucalipto o de eucalipto con miel. Así es la cosa, como te lo cuento. Ni carta, ni trampón ni mucho menos piedra pómez o solomillo de león.

Te podría decir aquello de:

“señora por cuyos profundos y frágiles labios
los dulces pequeños torpes pies de Abril entraron


en el devastado prado de mi alma”;

o acaso algo como:

“cultivaré dentro de
mí escrupulosamente lo Inimitable que
es la soledad,estos sueños únicos
jamás mancharán su atuendo

con fenómenos:”;

y seguir con:

“que el hombre más solitario nunca está solo
(su respiro más breve dura lo que el año de algún planeta,
su vida más dilatada es el latido de algún sol;
su inmovilidad más leve lo lleva hasta la estrella más joven)”;


o con:

“quizá dios

sea la mano
de un niño)que con gran cuidado
nos trae
a ti y a
mí(sin ni si
quiera aplastarlo)…”;


y en cualquier caso siempre acabaría con estos versos:

“nada de lo que podamos percibir en este mundo iguala
el poder de tu intensa fragilidad:su textura
me domina con el color de sus países,
produciendo muerte y eternidad a cada latido

(no sé qué hay en ti que se cierra
y se abre;pero algo en mí comprende
que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)
nadie, ni siquiera la lluvia,tiene unas manos tan pequeñas"


Ahí es nada, compañero, qué maravilla de versos, ¿no lo crees? Ahora ya sabes, en cuanto tengas un rato no dejes de pasear por las avenidas poéticas de Cummings. Y es que hay cosas que nos raptan el alma a base de amor del bueno y entonces es mejor dejarnos ir y volver a ser los niños que fuimos, aquellos niños que después del cole creaban cada tarde un mundo privado de felicidad y luz y juego eterno.

Y con esto y un buen té os dejo por hoy, que ya es hora de dormir…, que hoy el calvo cocoroto tiene cuerpo de cama y quiere soñar con abril.

2 comentarios:

  1. enorme, maravilloso, evohé, evohé!!
    por cierto, las peticiones se dirigen al cocoroto o a FJF himself?
    si no es mucho pedir, quizá estaría bien tener, amén de las traducciones. la V.O., o no, o yo qué sé.
    un abrazote,
    dani.

    ResponderEliminar
  2. que razón tienes, tío, a ver si las próximas entradas pongo también los textos en inglés, si además a veces lo que me cuesta un poco más es buscar traducciones o hacerlas yo, porque los originales los tengo todos en inglés. Las peticiones a quien más te apetezca. Un abrazo enorme

    ResponderEliminar